La sentencia de la Corte Suprema que ratificó la condena por corrupción contra Cristina Kirchner ha generado reacciones contenidas entre los empresarios argentinos, quienes, en su mayoría, optan por un perfil bajo. Hasta el momento, solo la Cámara de Comercio emitió un pronunciamiento oficial, mientras que figuras destacadas como Marcos Galperin, de Mercado Libre, y Guibert Englebienne, cofundador de Globant, se manifestaron a través de publicaciones en X.
Según lo consignado por el diario Clarín, varios referentes del sector privado expresaron su apoyo al fallo, aunque prefieren evitar la exposición pública. “Los goles no se celebran”, comentó con reserva el titular de una cámara empresarial, sostuvo la publicación.
El tema promete ser eje de discusión en el encuentro del Foro de Convergencia, que reúne a las principales cámaras empresarias en la Rural de Palermo, en una reunión ya prevista antes del fallo. Sin embargo, las posturas no son uniformes. Un empresario del sector industrial señaló: “El fallo es impecable e inapelable, pero no me gusta que un presidente vaya preso, no quiero que nos parezcamos a Perú”. Otros, en cambio, consideran que la condena y la inhabilitación perpetua marcan un antes y un después. “No significa ni el fin del peronismo, pero sí el paso al costado de su personaje principal”, opinó un referente del ámbito empresarial.
Pacificación
Con el pragmatismo propio del mundo de los negocios, muchos ven en la decisión judicial una oportunidad para fortalecer la imagen de Argentina. “Ayuda a mejorar la reputación del país en el cumplimiento de las leyes y, por ende, de las reglas de juego”, afirmó otro consultado, destacando que el fallo no debería derivar en desorden social, sino en un mensaje de estabilidad institucional.
La Cámara de Comercio, liderada por Mario Grinman, fue la única entidad que hasta ahora formalizó su postura en un comunicado. Sin mencionar directamente el fallo, la organización instó a acatar las resoluciones judiciales y a expresar cualquier disconformidad por vías pacíficas. “Hacemos un llamado para que la disconformidad que pueda existir en ciertos sectores se canalice por medios pacíficos, tal como lo establece el marco institucional vigente y lo exige la convivencia democrática. Nuestro sistema judicial prevé diversas instancias para que los afectados puedan plantear sus apelaciones; agotadas esas posibilidades, corresponde acatar el veredicto”, expresó el texto, en clara referencia a incidentes como el ataque a la señal de noticias TN y los cortes de calle.
El comunicado también advirtió sobre las consecuencias de actitudes disruptivas: “El descontento que algunos puedan tener ante la definición judicial debe manifestarse de manera tal que no perturbe el normal desarrollo de las actividades del resto de la ciudadanía. En momentos en que Argentina hace esfuerzos para recuperar la confianza de los inversores locales y del exterior –mancillada por años de incumplimientos y anomia–, resultaría ciertamente desgraciado que la rebeldía ante una definición judicial devenga en una situación de desorden público”.